Los títulos no aplacan el deseo de ganar de Xavi Hernández.
Para él todo continúa igual. "El hambre sigue", ha asegurado en una
entrevista con FIFA.com. De todo el periplo exitoso de los últimos años con la
selección y el Barcelona concede una parte de mérito a la suerte. Ve la Liga
ganada, pero apunta al reto mayor de la Champions League.
Xavi reconoce que la temporada pasada el Barcelona no rindió
como suele. "Siento que la tensión estaba un pelín más baja de lo normal,
y lo acabamos pagando", reconoce.
El equipo ha recuperado el brío de la mano de Tito Vilanova.
El jugador entiende que las comparaciones entre el actual técnico azulgrana y
Pep Guardiola son inevitables. "Las personalidades de cada uno son
distintas, pero los entrenamientos son muy parecidos, el sistema es casi el
mismo, las ganas están intactas. Es la continuidad en toda la expresión de la
palabra", comenta.
La Liga está bien encarrilada, y el objetivo se centra en la
Champions League. Es el gran reto. "El equipo está muy competitivo,
queremos hacerlo bien en todos los torneos. Nos gustaría ganarlo todo. Hay que
ser prudentes y muy cautos. Talento no va a faltar, esperemos que la fortuna
nos acompañe también", desea.
"El hambre estaba, y sigue. Tenemos prácticamente los
mismos futbolistas y los resultados han sido casi inmejorables", añade.
El centrocampista azulgrana considera que hacer de la victoria
una costumbre sólo añade más presión para los siguientes retos. Lo ha sentido
con la selección española. "Tuvimos un poco de suerte también, como en los
penales ante Portugal, pero luego ante Italia hicimos una gran final y
coronamos un gran trabajo de una generación inmejorable", apunta sobre los
triunfos
de España en las dos últimas Eurocopas y el Mundial.
Xavi reitera que su amistad con Iker Casillas está por encima
de cualquier rivalidad deportiva. "La dejamos de lado, sabiendo que
queremos el mismo objetivo cuando nos juntamos. Por supuesto, así como dejamos
de lado la rivalidad en la selección, nos olvidamos de la amistad cuando
jugamos con nuestros respectivos clubes, pero sin perder la compostura ni el
respeto", explica.
Termino
reconociendo que al Barça le faltó tensión la
temporada pasada