Otra vez más, como unos días atrás en Bulgaria, no se vio a una buena Italia. En esta ocasión, en el estadio Braglia de Módena, la Azzurra ganó bien y con facilidad pero lo hizo ante un rival modesto como Malta, contra el cual se podía hacer mucho más.
En efecto, a pesar del dominio total y de no haber nunca arriesgado absolutamente nada, la Nazionale venció de local apenas por 2 a 0, por encima con dos goles viciados por errores del referí y de sus asistentes: el primero de Destro llegó bajo la "sombra" de un posible off-side y el segundo, el de Peluso de cabeza (en jugada de tiro de esquina), llegó con un córner injusto tras una mano de Pazzini no cobrada.