La directiva del Cruz Azul ocupara el lugar podría sustituir a Pablo Barrera, quien causará baja los próximos seis meses, tras sufrir una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha en el partido del sábado, contra los Tuzos del Pachuca.
Se decidió no contratar a alguien más, por la falta de opciones reales para suplirlo.
El mexiquense fue sometido ayer por la mañana a exámenes médicos, los cuales arrojaron el doloroso diagnóstico, hecho oficial por Alberto Quintano, vicepresidente deportivo de los Cementeros.
Alfonso Jiménez médico del Club ha informado que es un problema de ligamento, se rompió el ligamento cruzado, informa. "Por lo tanto, está descartado para el resto de la temporada, según el informe del doctor. No podemos sanarlo milagrosamente".
Desde antes de arrancar el torneo, Guillermo Vázquez, director técnico de La Máquina, le dijo a los mandos celestes que no era necesario llenar esa plaza y que enfrentaría el Apertura 2012 sólo con los argentinos Christian Giménez y Mariano Pavone, el colombiano Luis Amaranto Perea, así como el brasileño Francinilson Meireles Maranhao. Por ello, se detuvo la búsqueda.
Hace un par de meses, el Cruz Azul anunció la llegada de Pablo, quien no tuvo regularidad en los Hammers de Inglaterra equipo con el que descendió en 2011. Después de ese fracaso, fue cedido un año al Zaragoza de España, por petición expresa de Javier Aguirre.
Regresó a México con el objetivo de tener regularidad y mantenerse en el gusto del cuerpo técnico de la Selección Nacional. Lo había hecho hasta el momento.
Se tiene previsto que el futbolista viaje, durante las próximas horas, a Guadalajara, donde será intervenido por el jefe de los servicios médicos de las Chivas, Rafael Ortega.
