El Bernabéu vivió la resaca de la Supercopa de España. Ganar el primer título al gran rival, el Barcelona, y el desgaste que conllevó remontar la eliminatoria, rebajó la intensidad en el regreso de la Liga. Un Real Madrid plano ante un Granada ordenado. Un equipo, el de José Mourinho, necesitado de nuevas motivaciones.
Cristiano sin una sonrisa. Ni una celebración. A los 21 minutos lo intentó con un disparo potente que no encontró puerta. Cinco después tuvo más fortuna. A pase de Callejón a su desmarque, con poco espacio soltó un zurdazo que se coló en la portería por debajo de las piernas de Toño tras desviar ligeramente en Borja Gómez.