Sólo ocho jugadores del Tri olímpico estuvieron presentes en el reconocimiento. La gente coreó los 12 goles con los que el Tri se llevó la Medalla de Oro en Londres.
En un homenaje que resultó más emotivo por la afición que por la parafernalia que tuvo la organización del mismo, los medallistas olímpicos mexicanos fueron reconocidos por su participación y los logros que alcanzaron en Londres 2012 al tener la mejor actuación de una delegación mexicana fuera del país.
Fue al medio tiempo cuando los ocho integrantes de la Selección Mexicana de Futbol, Aída Román de Tiro con Arco, Paola Espinosa, Alejandra Orozco, Ivan García y Germán Sánchez en clavados, además de María del Rosario Espinoza de Tae Kwon Do, saltaron a la cancha del Estadio Azteca asediados por los medios de comunicación y con la algarabía de las cerca de 60 mil personas.
Javier Cortés, Néstor Vidrio, Héctor Herrera, Raúl Jiménez y Diego Reyes fueron los primeros en salir al terreno de juego abrazados y ante los gritos de la afición. Detrás de ellos llegaron las mujeres y un poco más tarde los jugadores de Cruz Azul: Jesús Corona, Néstor Araujo y Javier Aquino, todos con su medalla de Oro que los acreditaba como Campeones Olímpicos.
Una vez que todos se concentraron en el círculo central comenzaron los fuegos artificiales al interior del coloso que retumbaron como cañones que se rendían ante las porras, cánticos y todo tipo de expresiones de júbilo por parte de la afición tricolor.
Fueron cerca de tres minutos de luces, cuetones y sonidos, los que acompañaron a los medallistas aztecas hasta comenzar la vuelta olímpica por todo el inmueble, al tiempo que en las pantallas se proyectaba un video recordando las competencias de cada uno de los triunfadores.
Tan pronto llegó el video de los goles del equipo de Luis Fernando Tena, la gente comenzó a corearlos uno por uno, además de recordar a Oribe Peralta, quien no estuvo presente en el homenaje.
Marco Fabián, Jorge Enríquez, Antonio Rodríguez y Miguel Ponce, no estuvieron en el Estadio Azteca, pese a que habían acudido a la comida que el Presidente Felipe Calderón había ofrecido en la Residencia Oficial de Los Pinos, a excepción de Mariana Avitia, quien ni siquiera estuvo presente con el mandatario de México.
